jueves, 10 de noviembre de 2016

El hombre de Vitrubio, clase 14. Comprobando las proporciones.


Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo, y que tras este jueves 3 de noviembre, ya hayan transcurrido catorce clases de esta bonita asignatura, y que en breves esté a punto de finalizar.

Esta clase resultó bastante útil a la hora de dibujar, puesto que ya conoceríamos las proporciones del cuerpo humano. Sin embargo, esta no entraría en mi top 4 de clases favoritas. Quizás en mi top 10.

Comenzó la clase con la frase del día: "Mejor que levantar la voz, reforzar el argumento".
De nuevo, como no, otra frase que te hace reflexionar. Y en mi caso, reflexionar sobre como hasta hace poco, mi forma de revelarme, de defender un argumento, era discutiendo a base de elevar la voz y a base de negaciones. Sin embargo, algo que veo sin duda como un gran progreso, es el esfuerzo que he tratado de hacer todo este tiempo, a la hora de defender un tema. Justificándolo como mejor se me ocurre, manteniendo siempre la calma, e intentando debatir desde un punto de vista mucho más diplomático.

Dejando a trás estas bonitas reflexiones, continuaba la clase con el libro del día: "Atlas, como llevar el mundo a cuestas". La verdad que el título no me transmitió ninguna inquietud.

Tras esto, comenzó una nueva práctica, con un barullo de gente, moviéndose de aquí para allá, en busca de un papel de gran tamaño, cintas métricas y reglas, que utilizaríamos después para medir nuestro propio cuerpo.






  Colocando el papel en el suelo, me dispuse a tumbarme en el, y gracias a mi compañero Borja, que amablemente rotuló el contorno de mi cuerpo, conseguí obtener mi contorno a tamaño real.
Me resultó bastante curioso verme ahí dibujada, como si fuera la escena de un omicidio en el csi miami.

   


Tras una media hora de clase, aproximadamente, la profesora nos puso un vídeo en el que se explicaba la teoría de las proporciones; como el ombligo es el centro de nuestro cuerpo, como la altura delos brazos es la misma que la del cuerpo, como el pie es la septima parte de nuestra altura, como nuestra propia cabeza es la octava parte de nuestra altura, como 6 palmas de la mano equivalen a un codo, o como 4 codos equivalen a la altura de un hombre.




Este video nos proporcionó varias formas de medir el cuerpo humano, y tras el cual, me di cuenta de que nadie es perfecto. ¡A nadie le salía exactamente esas medidas!














Fue bastante divertido, puesto que nos reíamos de lo desproporcionados que habíamos salido.
Por ejemplo, en mi caso, mi altura es de 1,80m, mientras que la altura de mis brazos es de 1,70m.
Que mis piernas eran más largas que la mitad de mi cuerpo, O que, según el canon, las tres zonas de la frente, la zona de los ojos y la nariz, y la zona de la barbilla, tenían la misma medida. Mientras que mi frente y mi nariz medían 6cm, y mi barbilla 8. ¿Debería de sentirme acomplejada?























Por esta regla de tres, mi opinión sobre esto es muy evidente. Ninguno somos perfectos, ni totalmente proporcionados, salvo extraños casos o unas cuantos paseos al quirófano.
Y aunque no me ilusione entrar en polémica, mi opinión se desplaza más hacia el lado a favor de lo natural, siendo partidaria de lo no alterado o modificado. Por meras razones de aceptación a uno mismo.
Sin embargo, no rechazo completamente la idea de la cirugía estética, como forma de expresarse, o como forma de verse mejor uno mismo. Nada debería de ser visto con malos ojos, y más, en un mundo donde lo que vende es la imagen.
Cada uno hace lo que le apetece con su cuerpo, y eso me parece totalmente razonable. Por lo que no puedo situarme del todo en uno de ambos puntos, quedando como solución, una posición intermedia y bastante indiferente al respecto.

Quería comentar el tema, puesto que las proporciones que hemos estudiado son correctas y nos servirán para guiarnos a la hora de recrear modelos y no equivocarnos a la hora de dibujar un cuerpo; pero solo son eso, simplemente guías.


No hay comentarios:

Publicar un comentario